Hay bronca

La relación entre los jugadores del Barsa y el Real se quebró. Del Bosque teme por el futuro de España.

Hay un posible divorcio en puerta. Y la preocupación de Vicente del Bosque tiene sus fundamentos. Claro, el entrenador de España campeón del mundo ya no es ajeno a un panorama que quedó en evidencia después de los últimos tres derbies entre el Barcelona y el Madrid (por Liga, Copa del Rey y la ida de las semis de Champions). La tensión con la que se disputaron los recientes clásicos pusieron en manifiesto un desgaste entre los jugadores de la selección española que, en su mayoría, están repartidos entre Culés y Merengues. Desde el entorno del técnico de la Roja confiesan que reconstruir el compañerismo que se formó en los últimos años, parece una misión imposible.

Volvió la Furia y no precisamente por aquella selección caracterizada por la garra y el sacrificio. Todo lo contrario. En el primer duelo, jugado en el Bernabéu (1 a 1 por el torneo) arrancaron los problemas. Piqué tuvo que desmentir algunas versiones que lo acusaban de provocar con declaraciones separatistas a los jugadores del Real. Arbeloa y Sergio Ramos estuvieron vinculados en los empujones del final. Días después, en el partido en Mestalla, los defensores tuvieron un fuerte cruce con Villa, en el cual, el delantero del Barsa recibió un codazo de Arbeloa y luego Ramos intentó levantarlo del piso sin que el punta recibiera la correspondiente atención médica. Desde el Madrid, no comprenden las actitudes de Pedro y Busquets, a quienes acusan de fingir agresiones buscando la expulsión de un rival. Distinto lo de Casillas y Xavi. Ambos se conocen desde sus comienzos (fueron subiendo categorías simultáneamente) y aún mantiene una buena relación. Del Bosque se comunicó con ellos y les pidió el máximo compromiso para el futuro.

El 1° de junio, España jugará un amistoso contra Venezuela. Ahí se verá realmente qué tan desteñida está la Roja.