Hermoso partido hasta el final...

Neymar es el rey de la Libertadores. Fue la figura, y el Santos levantó la Copa después de 48 años.

Para muchos es el indicado. Es el sucesor que se hizo desde lo más bajo para devolverle al Santos la gloria de viejas épocas, cuando era admirado por todo el mundo. No será Pelé, pero con su personalidad de crack, su fútbol y sus gambetas, Neymar es la realidad del Santos y del fútbol brasileño. A sus 19 años logró lo que Robinho no pudo en el 2003, levantar la Copa Libertadores siendo el gran protagonista, inclusive en la final.

Al Peixe le costó superar al durísimo Peñarol. Manejó más la pelota y tuvo situaciones, pero nunca se lo vio cómodo. Logró romper el 0-0 recién iniciado el segundo tiempo, con la primera aparición seria de Neymar que remató al primer palo y recibió la floja respuesta del arquero. Y ya con el partido abierto, apareció otro lateral brasileño (no podía ser de otra manera) para poner el 2-0, el interesante Danilo. Peñarol llegó al descuento por un gol en contra de Durval que le dio emoción al partido. Pero no pudo ser para los uruguayos que igualmente hicieron una gran Copa.

El Santos, en definitiva, es un merecido campeón. Sólido en defensa, de mitad de cancha para adelante es explosivo y se justifican claramente las convocatorias de Neymar, Elano y Ganso para la Copa América. Ganso es el otro crack: zurdo de técnica infinita que tiene una gran visión de juego para poner el pase justo, para mirar.

Así, con esta generación de jugadores jóvenes, el Santos volvió a vivir la euforia inigualable de levantar el trofeo (lo había hecho en el 62 y 63) bajo la mirada del feliz O’Rei Pelé en las tribunas y a los pies de Neymar. O mejor dicho, del Reymar de América.


Y al final hubo algunos incidentes ya pondré el video.